Sábanas, fundas nórdicas y fundas de almohada: Cambiar sábanas y fundas nórdicas con regularidad, recomendado cada 1-2 semanas o según necesidades individuales. Lavar según las instrucciones de la etiqueta, normalmente utilizando un detergente suave y siguiendo la temperatura adecuada del agua. Evita usar lejía y opta por suavizantes para mantener la suavidad. Secar al aire o secar en secadora a baja temperatura para evitar el calor excesivo.
Almohadas: Las fundas de almohada se cuidan de forma similar a las sábanas y fundas. En el caso de las fundas de almohada, algunas se pueden lavar, pero ciertos tipos de almohadas pueden requerir ventilación regular para mantenerlas limpias y secas. Se recomienda girar y dar palmaditas a las almohadas con regularidad para mantener su forma y soporte.
Mantas y edredones: lavarlos y cuidarlos según las instrucciones de la etiqueta. Algunas mantas y edredones se pueden lavar a máquina, mientras que otros pueden requerir limpieza en seco. Las mantas delicadas se pueden lavar a mano o suavemente para evitar agitación y estiramiento excesivos. Secar al aire o en secadora a baja temperatura y evitar la exposición excesiva a la luz solar.
Colchones y colchones: Voltee periódicamente los colchones y colchones para distribuir uniformemente la presión de uso. Utilice una funda de colchón o un cubrecolchón para proteger el colchón y lave la funda o el cubrecolchón con regularidad. Limpia el colchón y el colchón periódicamente según las recomendaciones del fabricante, ya sea con una aspiradora o un limpiador de colchones especializado.
PRECAUCIÓN: Siga las instrucciones de lavado y las instrucciones de la etiqueta de los textiles. Evite el uso de temperaturas de agua excesivamente calientes, lejías y detergentes fuertes que puedan dañar la textura y el color de los textiles. Evite la exposición a la luz solar para evitar la decoloración y la decoloración.